EJE TRADICIONAL QUE FUNDAMENTA EL TRABAJO SOCIAL EN COLOMBIA
Desde su surgimiento de la profesión en el país(1920 hasta 1960) la fundamentación teórica y metodológica estuvo soportada en el paradigma explicativo4, que se nutría principalmente de las corrientes teóricas positivistas y funcionalistas.
Este paradigma de corte cuantitativo se apoya en la tradición galileana de la ciencia, en la que el universo se mira como un flujo de acontecimientos que suceden según leyes. Esta concepción es funcional y mecanicista, reduce a objeto la naturaleza. En su interés pragmático pregunta por el cómo más inmediato y práctico de los fenómenos y sus consecuencias. Según está tradición la explicación científica debe formularse en términos de leyes que relacionan fenómenos determinados matemáticamente, partiendo de hipótesis causales y del análisis experimental.
En este periodo el Trabajo Social, soportó su accionar en categorías conceptuales explicativas positivistas siguiendo el monismo metodológico, la explicación causal y las certezas que da la razón al trabajo científico según los planteamientos de Augusto Comte. Según este paradigma el papel de las ciencias sociales es buscar las reglas sociales, se parte de una mirada homogenizante de la realidad, la realidad social es externa al profesional, no se concibe al ser humano como sujeto, como actor.
Vale la pena destacar los aportes a la fundamentación científica del Trabajo Social, hechos por la norteamericana Mary Richmond, quien soportada tanto en el positivismo, como en el psicoanálisis y el conductismo, desarrolló el método de Trabajo Social de Caso. Este método incluía el diseño de estrategias de diagnostico y de intervención con individuos y familias.
En la década de los cuarenta, con la segunda guerra mundial, aparece una cantidad incalculable de lisiados, lo cual obliga a los Trabajadores Sociales a implementar un método diferente al de caso, que les permitiera desarrollar procesos de intervención con todas las personas que presentaban dificultades en las etapas terapéuticas y de recuperación. Con este fin surge el método de Trabajo Social de grupo; su principal teórica, Gisela Konopka, afirmaba que con éste se trataba de mejorar el funcionamiento social de las personas.
Para finales de la década de los cuarenta surge el método de Trabajo Social con comunidad, con Arthur Dunham, permeado por la corriente estructuralista y posteriormente por la estructural funcionalista, cuyo propósito específico era mantener el equilibrio y la regulación adecuada de los intereses de la estructura estatal que imperaba en el momento. Las prácticas de Trabajo Social parten de la necesidad de la sociedad y se pretende adaptar a quien no esté respondiendo a ésta.
El Trabajador Social se constituyó en un agente de cambio, promotor de modificaciones institucionales dentro de la estructura funcional; es decir, que abandona la perspectiva que busca la adaptación y la socialización para asumirse en una dimensión de cambio y de participación en los procesos de estructuración y ejecución de la política social.
Este paradigma de corte cuantitativo se apoya en la tradición galileana de la ciencia, en la que el universo se mira como un flujo de acontecimientos que suceden según leyes. Esta concepción es funcional y mecanicista, reduce a objeto la naturaleza. En su interés pragmático pregunta por el cómo más inmediato y práctico de los fenómenos y sus consecuencias. Según está tradición la explicación científica debe formularse en términos de leyes que relacionan fenómenos determinados matemáticamente, partiendo de hipótesis causales y del análisis experimental.
En este periodo el Trabajo Social, soportó su accionar en categorías conceptuales explicativas positivistas siguiendo el monismo metodológico, la explicación causal y las certezas que da la razón al trabajo científico según los planteamientos de Augusto Comte. Según este paradigma el papel de las ciencias sociales es buscar las reglas sociales, se parte de una mirada homogenizante de la realidad, la realidad social es externa al profesional, no se concibe al ser humano como sujeto, como actor.
Vale la pena destacar los aportes a la fundamentación científica del Trabajo Social, hechos por la norteamericana Mary Richmond, quien soportada tanto en el positivismo, como en el psicoanálisis y el conductismo, desarrolló el método de Trabajo Social de Caso. Este método incluía el diseño de estrategias de diagnostico y de intervención con individuos y familias.
En la década de los cuarenta, con la segunda guerra mundial, aparece una cantidad incalculable de lisiados, lo cual obliga a los Trabajadores Sociales a implementar un método diferente al de caso, que les permitiera desarrollar procesos de intervención con todas las personas que presentaban dificultades en las etapas terapéuticas y de recuperación. Con este fin surge el método de Trabajo Social de grupo; su principal teórica, Gisela Konopka, afirmaba que con éste se trataba de mejorar el funcionamiento social de las personas.
Para finales de la década de los cuarenta surge el método de Trabajo Social con comunidad, con Arthur Dunham, permeado por la corriente estructuralista y posteriormente por la estructural funcionalista, cuyo propósito específico era mantener el equilibrio y la regulación adecuada de los intereses de la estructura estatal que imperaba en el momento. Las prácticas de Trabajo Social parten de la necesidad de la sociedad y se pretende adaptar a quien no esté respondiendo a ésta.
El Trabajador Social se constituyó en un agente de cambio, promotor de modificaciones institucionales dentro de la estructura funcional; es decir, que abandona la perspectiva que busca la adaptación y la socialización para asumirse en una dimensión de cambio y de participación en los procesos de estructuración y ejecución de la política social.
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