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"TRABAJO SOCIAL EN FAMILIA"


La familia es un bien esencial tiene cuatro dimensiones fundamentales para la vida de un hombre que son nacer, el amor, el trabajo y la muerte. La familia es una dimensión de la persona, es una dimensión fundamental de la existencia.
La familia como comunidad tiene unas características importantes que son las siguientes: no se escoge donde nacer, ni mucho menos la familia en la que se nace, la responsabilidad de los miembros es ilimitada y no tiene valor económico, vínculo de pertenencia y no funcional.
La familia tiene tres tipos de relaciones que son: la filial, la conyugal y la consanguinidad y varias funciones humanizadoras como son; la tradición de la cultura, la identidad personal y el etos común y pertenecer (el apellido).
Familia y sociedad:
En la actualidad la familia se ve permeada por el proceso de modernización, lo cual ha traído unos efectos en los contextos socioeconómicos (la familia se ve enfrentada a las nuevas exigencias de capacitación frente al mercado laboral), sociopolítico (centrándose demasiado en la vida privada perdiendo su papel como formadora de valores democráticos) y, socioculturales (saturación de símbolos otorgados por los medios de comunicación que no permiten identificar claramente las normas y valores de la familia), por ende la familia quiera o no quiera inevitablemente se ve inmersa en este proceso de cambio, no queriendo decir con esto que la familia es la generadora del cambio, por lo contrario todo se concentra en ella modificando totalmente su funcionamiento y estructura, tales como tendencia a la nuclearización, disminución de número de hijos, aumento de los hijos nacidos fuera del matrimonio, aumento de los hogares monoparentales con jefatura femenina, aumento de embarazos adolescentes, creciente participación laboral de las mujeres, creciente impacto de los medios de comunicación…
El proceso de modernización ha restringido las funciones tradicionales de la familia siendo algunas asignadas a otras instancias sociales (educación y producción económica), actualmente la sociedad espera que la familia cumpla con las funciones de reproducción, regulación sexual, manutención y cuidado físico de los miembros, apoyo emocional y socialización de los hijos, sin embargo la familia sigue cumpliendo con la función educativa y económica.
Hoy la familia está subordinada por las instituciones lo que hace que tenga que adaptarse a roles que priman sobre los demás, la crisis hace que las madres dejen solo a sus hijos y los descuiden. El supuesto que la familia es la célula de la sociedad no se refleja en la realidad.
La equidad es un tema central en el análisis de las relaciones entre la familia y la sociedad, porque atraviesa estas relaciones en diversos ámbitos y niveles tanto externos como internos en la familia, desigualdad en la distribución de los ingresos lo que hace es que unas familias reciban más ingresos que otras. La inequidad también se manifiesta al interior de la familia, ya que se produce mayor violencia intrafamiliar a familias y niños.
Al tratar la relaciones entre la familia y la sociedad, la pobreza es un tema central por su impacto deteriorante en la vida familiar y porque afecta un alto porcentaje de la sociedad, ya que es la población que mas demanda tensión de los trabajadores sociales; la pobreza cada vez más se intensifica y numerosas familias que no se encontraban en esta situación pasan a integrarla.
Frente a las problemáticas planteadas los estados están proponiendo una serie de acciones y de esfuerzos para proveer bienes y servicios a la familia que no tienen la capacidad de suplir las diferentes falencias a la que se enfrenta. A todos estos esfuerzos se les llama en la actualidad políticas sociales, sin embargo las políticas deben de ir mucho más allá de lo asistencialista o de la atención inmediata a problemáticas de fondo.
Por tal motivo las políticas públicas deben asegurar que la familia no sea un mecanismo de discriminación y exclusión social, en otras palabras se está teniendo una insuficiente consideración de la familia en los programas y políticas sociales se ha desarrollado una tendencia a reemplazarla. O sea son políticas que incluyen a la familia pero no son construidas con la misma familia.
De acuerdo a lo anterior se propone que se desarrollen políticas familiares y no políticas sociales, las cuales son un conjunto coherente de principios, objetivos, programas y recursos orientados a fortalecer y desarrollar la vida familiar y facilitar el desempeño de la función social de la familia.
Para que las políticas familiares funcionen deben adaptarse a los nuevos tipos de la familia como lo son: la tía que vive con la sobrina, dos hermanos adultos que viven solos, una familia que le otorgan un niño para que lo crie sin adoptarlo y padrinos que crían a sus ahijado entre otros.
En la contemporaneidad encontramos varias definiciones de familia que son la comisión nacional de familia de chile que define la familia como un grupo social unido entre si y por vínculos de consanguinidad, filiación biológica o adoptativa, de alianzas incluyendo uniones de hecho cuando son estables. Para la fundación nacional de familia este es un espacio donde se estructura las primeras relaciones intergeneracionales y de género, desarrolla pautas morales y sociales de conducta, se vive la gratitud, la solidaridad y la cooperación en concordancia con el desarrollo individual y la realización personal.
Cuando los fenómenos son tan complejos como la familia ninguna disciplina aislada puede dar cuenta de ella, la familia no es objeto exclusivo de ninguna profesión les compete a todas, en conjunto son responsables de contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias y de promover su desarrollo por medio de una relación mas justa y equitativa en la sociedad.
El Trabajo Social y la Familia
El trabajo social es la única profesión que se ha centrado tan consistentemente en los problemas cotidianos de la vida familiar. Además de ocuparse y satisfacer las necesidades básicas de las personas pobres y marginadas, intentan aliviar el sufrimiento emocional de las familias.
El conocimiento que han venido adquiriendo los trabajadores sociales mediante sus prácticas los ha llevado a valorar la familia, a pesar de las problemáticas que en ellas se observan como un bien humano que es necesario proteger y clave en toda situación en que le corresponda intervenir. Por lo tanto el contexto familiar siempre ha sido considerado por los trabajadores sociales, aun cuando atienden situaciones individuales tanto como dato de diagnostico como horizonte a la acción.
Richmond y Addams marcaron el inicio de las dos modalidades básicas de trabajo social con familias: la atención de casos familiares al interior de las instituciones y la atención de familias en el contexto en que ellas viven en el trabajo poblacional o comunitario. La primera modalidad se desarrollo vinculada al caso social y la segunda al desarrollo de la comunidad.
Estas autoras tuvieron una visión amplia y certera de la acción social ante los problemas sociales de su época. Y describieron a la familia como un grupo interactuante, poderoso para el desarrollo de sus miembros e inserto en un medio ambiente que la influía, destacando también la consideración de los distintos ámbitos en que se ubica una persona, en primer lugar la familia, para poder intervenir correctamente.
Por ende ellas ubican que la mayor dificultad del trabajador social para integrar a la familias como un sistema social en su práctica, es la división del trabajo social entre las orientaciones psicológicas y sociales y la falta de un marco conceptual integrador.
El trabajo social tiene influencias Europeas, lo cual hizo que el modelo de práctica profesional tuviera gran énfasis en la práctica asistencial y en la atención familiar. Además de que en Chile la familia se convirtió un objeto de atención para el trabajo social.
La mayoría de los problemas que en este contexto correspondía atender eran conflictos familiares y conyugales, para lo cual lo asistentes sociales establecieron tempranamente procedimientos de conciliación a través de lo comparendos, orientados a superar las dificultades y a establecer acuerdos, solucionando los problemas extrajudicialmente.
También, cuando recién el servicio social se estableció en Chile, su preocupación más importante era la constitución de la familia; y las visitadoras sociales llevaron a cabo una campaña muy intensa y legalizaron centenares de matrimonios; esta acción desarrollada fue importante para la gran cantidad de familias que no estaban constituidas legalmente por problemas de ignorancia o de carencia de documentación, lo que dificultaba su acceso a la protección de las leyes sociales.
A pesar del gran contacto que la profesión tuvo con el psicoanálisis Norteamericano, no alcanzó a influenciarla en la formación ni la práctica. En los años 70 debido al creciente proceso de reformas en el país chileno, el trabajo social, desvaloriza el trabajo de casos y se involucra a modalidades comunitarias, por lo cual se torna más comprometido con la realidad latinoamericana, además de que por esta época empieza a surgir el movimiento de la reconceptualización; centrándose en el trabajo con familias, sin embargo los profesionales no conceptualizaban en ella, sino en participación social, enfrentamientos de problemas de salud, vivienda, educación, etc. Además de que en las primeras escuelas Chilenas aparece la familia como la categoría fundamental seguida por: mujer, joven y menor.
A raíz de la represión política que se llevó a cabo en este país, se desarrolló un trabajo social enfocado en Derechos Humanos que valoró a la familia como un recurso esencial en el trabajo con perseguidos políticos, detenidos y desaparecidos, y redescubrió la necesidad de la intervención a nivel individual y familiar todo esto apoyado por el cambio económico que se presenta en este país.
La pobreza masiva que se produjo como consecuencia del cambio económico y la resección mundial en la década de los ochenta, los trabajadores sociales redescubrieron la capacidad de las familias para desarrollar diversas estrategias de sobrevivencia a nivel individual y colectivo que les permitía subsistir en condiciones supremamente difíciles
El trabajo social con familias puede desarrollarse en todos los campos y niveles de intervención que se encuentran en la profesión, la familia puede estar en el centro de atención aun cuando trabaje con individuos, grupos o sistemas más amplios, la intervención del trabajador social en el campo de la familia es multifacética, se da a nivel directo o indirecto, está abierta a la creatividad y a la colaboración con las otras disciplinas en la búsqueda de respuestas a los complejos problemas que enfrenta la familia en nuestra sociedad.
El trabajo social centrado en la familia tiene en sí la potencialidad de superar la tradicional división en métodos de caso, grupo y comunidad. El marco en el que se centra le permite ubicarse en un nivel diferente de intervención, integrando elementos de métodos tradicionales como de los nuevos aportes de la profesión. El utilizara técnicas de caso, grupo, comunidad según sean necesarios para los propósitos de la intervención.
El trabajo social familiar es la intervención profesional cuyo objeto son las interacciones conflictivas entre las familias y su medio social; son estas relaciones conflictivas las que se constituyen en el foco del trabajo social y le exigen ampliar su intervención profesional hacia el interior de la familia y hacia el medio que lo rodea.
Las familias afectadas por problemas en su mayoría plantean demandas al trabajador social por iniciativa propia, pero también pueden ser detectadas a través de la práctica, referidas por otros profesionales o enviados por una autoridad que las condicione u obliga, como es el caso de los servicios judiciales.
Abordar la problemática de la familia exige hoy la presencia de una gran variedad de profesionales, una de las destrezas especificas de quienes se desempeñan en esta área debe ser la capacidad de trabajar conjuntamente en equipos multidisciplinarios, potenciando de este modo aportes específicos de cada disciplina o profesión para prestar un mejor servicio a la familia; donde se destaca que el trabajador social es uno de los profesionales que primero detecta los problemas existentes en la familia que le corresponde atender.
Habitualmente los trabajadores sociales concentran su intervención en familias de los estratos medios y bajos; también se hace relevante que el trabajador social tenga conocimiento de la estratificación social del país y la forma cómo afecta la familia, la intervención profesional debe ser consciente de las características generales de las familias de cada estrato, a las similitudes y diferencias existentes entre ellas y las expectativas y demandas diferenciadas que presenta, a fin de dar un respuesta más eficaz y adecuada a la realidad de cada familia, es necesario también tener presente en la intervención las diferencias de etnias, factores culturales y ubicación geográfica dentro del país.

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