"TRABAJANDO CON FAMILIAS"
"TRABAJANDO CON FAMILIAS"
Al intervenir en las familias la teoría es un marco necesario y orientador, pero no hay que olvidar que es de carácter provisional; porque cada familia es un paso único, en parte semejante a muchas familias, pero en parte importante dotada de una originalidad propia que la intervención profesional debe reconocer y respetar.
Una de las primeras tareas que le corresponde realizar a todo profesional que trabaja con familias es definir su nivel de intervención, y la practrica de Trabajo social se divide en servicios directos e indirectos. Los servicios directos incluyen actividades especificas y concretas que los profesionales realizan para ayudar a quienes experimentan los problemas, el profesional se relaciona directamente con la familia afectada; los servicios indirectos son aquellas actividades que se centran en las organizaciones so instituciones publicas y privadas que aportan recursos y servicios, el trabajador social se ubica en la estructura institucional y se centra en la planificación, administración y evaluación de programas no teniendo a su cargo La atención directa de las familias.
El trabajador social tiene una formación básica que le permite desempeñarse en ambos niveles, en la intervención con familia como los trabajos directos e indirectos son indispensables y constituyen conjuntamente el trabajo social familiar; en la práctica profesional ambos niveles se coordinan y se complementan.
El trabajo con familias es uno de los múltiples campos en los que se ejerce la acción profesional de los trabajadores sociales, por lo que está sujeto a los principios y exigencias generales que forman parte de la ética profesional.
A partir de la consideración de la familia como un bien para la sociedad surge la actitud básica de valoración y respeto que se debe tener hacia cada una de las familias con las cuales e trabaja, independientemente de la situación en que se encuentre; el trabajador social debe tener la capacidad de no estigmatizar a determinado tipo de familia y aceptar que los valores que ellos tienen pueden no coincidir con los propios del trabajador social y que este debe respetar incluso aquellos valores que no comparte para poder prestar su ayuda profesional.
El respeto a las familias pasa también por la protección de su intimidad, es el respeto a la privacidad a la que toda familia tiene derecho.
Los trabajadores sociales se ven con frecuencia enfrentados a difíciles dilemas al intentar llevar a la practica los principios éticos generales del trabajo social: respeto a la persona, actitud excenta, prejuicios, confidencialidad y autodeterminación en situación de violencia intrafamiliar y como en el caso de los niños, situaciones de abuso, abandono y adopción.
El trabajador social al intervenir la familia debería considerar los aspectos morales tanto como los aspectos emocionales de la vida familiar, sensibilidad moral (para interpretar la situación), razonamiento moral (para decidir qué hacer), y carácter moral (para llevar a la práctica lo que se ha considerado correcto).
La dimensión ética es un componente esencial de la practica del trabajo social con familia, que abarca también la propia persona del trabajador social. El desafío es incorporar esta dimensión en la tarea profesional cotidiana, acercándose al trabajo con apertura a nuevas ideas, humildad respecto a los conocimientos y con respetuosa atención a las historia s que las familias narran.
El nivel del trabajo directo con familias frecuentemente se confunde con la totalidad del trabajo social con familias esto puede pasar por el énfasis excesivo en el trabajo directo en la formación profesional y a la mayor demanda por este tipo de trabjo desde las instituciones.
Los trabajadores sociales han utilizado con frecuencia el trabajo de grupo para tratar problemas comunes que afectan a la familia, el grupo como sistema de ayuda mutua reduce la soledad y el estigma, desarrollando el potencial de los miembros para el enfrentamiento común de los problemas.
El trabajo directo con familias considera los siguientes puntos: el inicio de la intervención, la intervención centrada en la relación de la familia con su medio, la intervención centrada con la familia de origen, la intervención centrada en la relación interna de los miembros de la familia, el fin de la intervención y principios para el trabajo directo con familia.
La fase inicial de la intervención directa tiene tres grandes tareas: la vinculación con la familia, la evaluación de la situación-problema y el establecimiento de contrato; en esta fase l trabajador social toma contacto por primera con la familia utiliza sus conocimientos y destrezas profesionales para establecer un acuerdo con ella respecto a la naturaleza de la necesidad los objetivos de la intervención y la responsabilidades y tareas que se asumirán.
Una intervención centrada en la familia se debe procurar que la vinculación abarque la familia como totalidad cuando no es posible se debe procurar aquellos que no estén involucrados sepan que se está iniciando un proceso de intervención y que el trabajador social está abierto a conectarse con ellos y escuchar sus opiniones y sugerencias cuando deseen hacerlo.
La vinculación tiene tres tareas, construir credibilidad, establecer relaciones con las personas y la familia, en formar a la familia acerca del proceso, el papel del profesional y la función de la institución.
Una de las tareas importantes a desarrollar en esta etapa de la intervención es la exploracion inicial del tipo de la situación-problema que afecta a la familia y lo que esta demanda al trabajador social, esto se debe realizar en la primera entrevista ya que permite avanzar en el proceso de intervención y maximizar el uso del tiempo y también sucede en ocasiones que una mayor exploración de la situación lleva al trabajador social a tener claridad respecto a que la familia no ha llegado ala institución o profesional adecuado donde se hace necesario remitirla a otro servicio o a otro profesional.
La naturaleza del problema presentado es la que guía para decidir las áreas de la situación familiar que requieren ser profundizadas, luego de esto se debe definir el problema donde implica nombrar la situación, decidir qué es lo que la hace problemática, postular la causa del problema o los factores que inciden en el, especificar que es lo que queremos que cambie y postular que acción lo modificaría; el conocimiento teórico y la experiencia práctica son las principales herramientas que permiten al trabajador social abordar esta tarea en mejores condiciones.
La definición del problema también es una instancia de carácter colaborativo, que articula responsabilidades del profesional y de la persona o familia. De esta forma, para definir el problema; se requiere conocer las diferentes versiones que se dan en el sistema acerca del problema, a través del dialogo se construye que problema se trabajará, de este modo la definición del problema pasa a ser comprensible para todos.
A pesar de los problemas que afectan a las familias, las personas y los ambientes estos cuentan con fuerzas que pueden ser activadas o movilizadas para mejorar la calidad de vida, para descubrir las fortalezas se requiere de un proceso de exploración cooperativo entre el profesional y la familia.
La mejor herramienta de evaluación para comprender la estructuración y regulación de la familia es la propia habilidad del trabajador social para observar y preguntar desde una perspectiva familiar. La entrevista será siempre la principal herramienta de intervención del trabajador social, uno de los grandes problemas de este tipo de herramienta es la gran cantidad de información tanto verbal como no verbal que se obtiene haciendo que se pierda el foco o la meta de la intervención y una manera para evitar esto es contar con hipótesis antes de la entrevista ya que muchas veces le da una dirección a la ésta y debe ser flexible ya que a medida que el trabajador social va obteniendo información debe modificarla debe estar preparado para modificarla.
Todo trabajador social debe tener la habilidad de escuchar porque interpretamos
A parte de saber escuchar se debe de desarrollar la capacidad e preguntar, se deben hacer preguntas abiertas, porque abren el campo y no lo cierran. Preguntas que permitan a las personas y a la familia explayarse en sus inquietudes, sus deseos, sus necesidades, sus intereses, sus creencias.
Tambien se deben hacer preguntas circulares que permitan ir conectando hechos en el tiempo, de manera que la familia tenga la oportunidad de empezar a ver sus problemas en interconexión y no solo atribuirlo a causas únicas .
Este tipo de preguntas y lo que estas generan producen empoderamiento d elas personas, porque están siendo escuchadas en sus descripciones y en sus interpretaciones.
Los criterios y herramientas de evaluación son también herramientas de intervención. A medida que el trabajador social entrevista la familia el problema se puede ir redefiniendo, de manera que el contexto se amplia y se va construyendo con la familia una nueva perspectiva sobre la realidad
Una vez realizada con la familia la evaluación de la situación que la afecta se esta en condiciones de establecer también con ella cuales son las areas en que esta focalizado el problema permitiendo así centrar la intervención y la cual debería ser objeto de un acuerdo de trabajo con la familia
El establecimiento de un acuerdo de trabajo, consiste en una alianza formal, determinado colectivamente por los miembros de la familia y el trabajador social, acerca de los objetivos, modalidades y duración de la intervención profesional.
La formulación de los objetivos es un proceso de negociación entre el trabajador social y la familia, estos recogerán los deseos de la familia y manifestaran las áreas en las cuales se agruparan los esfuerzos de cambio y el tipo de cambio esperado, sin olvidar que los objetivos propuestos deben ser alcanzables.
Las modalidades incluyen responsabilidades que la familia y el trabajador social asumen en esta intervención como quienes son los miembros que deben asistir a la entrevista, hora y lugar de la entrevista, entre otros.
Es primordial establecer en el acuerdo de trabajo el periodo que durara la intervención profesional en términos de número de sesiones programadas, al término de las cuales se evaluará los logros alcanzados. Se procurara en lo posible, y con flexibilidad, ceñirse a intervenciones de corto término dada la escasez del recurso profesional y las dificultades que para la familia implican el trasladarse a las sesiones o entrevistas.
Se visualizan tres grandes modalidades de intervención, como si la necesidad o problema está centrado primordialmente en las relaciones de la familia con su contexto, en las relaciones de su familia de origen o en las relaciones internas entre sus miembros. Estas modalidades están claramente relacionadas con las perspectivas teóricas, es por eso que el trabajador social tendrá que evaluar y decidir que enfoque priorizar de acuerdo a las características y necesidades de cada familia.
Las modalidades inician con las intervenciones orientadas al contexto ecológico de la familia, continúan con las intervenciones localizadas en los temas intergeneracionales y finalizan con las intervenciones centradas en el sistema familia nuclear, que es siempre el acceso principal a la familia.
Cuando se trabaja en la relación de la familia con su medio ecológico, esta es considerada no solo como el principal foco de evaluación, sino como fuente de recursos para el cambio. La evaluación de la ecología familiar no entregara información detallada sobre el funcionamiento interno de la familia, sino que aportara datos sobre el estilo que tiene la familia y sus miembros para hacer frente y manejar sus relaciones con el medio.
La intervención ecológica es un proceso compartido entre el trabajador social y la familia, en el cual se asume que los miembros de la familia son los expertos en su propia situación, lo cual ayuda a poner en un plano de igualdad la relación de trabajo entre la familia y el profesional, otorgando de esta forma poder a la familia y aumentando su autoestima y competencias.
La experiencia de este proceso puede ser una fuente importante para que la familia sea validada, al comprender que el problema que la afecta no se debe a sus deficiencias personales o familiares, sino a problemas muy reales en su medio ambiente y en sus relaciones; la forma en que se comprenda e identifican los problemas desde la perspectiva ecológica tiene implicaciones importantes para el tipo de estrategia de intervención que se elija, por lo tanto los esfuerzos no se dirigen a las características o atributos individuales sino que a las relaciones entre las persona y otros sistemas o subsistemas.
El objetivo de la intervención ambiental es que la familia establezca una relación más competente y autónoma con su medio, por lo cual hay que trabajar en dos dimensiones tanto en el contexto mismo como en la capacidad de la familia para relacionarse con el.
La intervención del trabajador social en relación al medio, está orientada a descubrir, crear y potenciar recursos del medio que son necesarios para la familia, coordinando tales recursos en torno a las necesidades de la familia haciendo posibles que sean accesibles a ella. En cuanto a la capacidad de la familia para relacionarse con el medio, la intervención se orienta desarrollar aquellas características individuales y familiares que favorecen una actitud abierta hacia el medio y a entregar a las familias información sobre los recursos existentes.
El mapa ecológico o ecomapa es de gran utilidad para la evaluación y diseño de estrategias, el cual, es un instrumento de vinculación del trabajador social con la familia y permiten planear junto con ella diversas estrategias para mejorar sus relaciones.
Aunque no es objetivo del mapa ecológico, da pistas de lo que sucede al interior de la familia en la medida que al graficar las relaciones de la familia como un todo y las de sus miembros individuales con sus diferentes contextos, permite explorar y aventurar hipótesis para intervenciones que sea necesario realizar en las relaciones al interior de la familia, el hecho de que la familia vea graficadas sus relaciones con sus diferentes contextos, facilita que esta inicie cambios en la construcción de su realidad o en la forma como se percibe a si misma.
Una vez graficado el ecomapa podemos preguntarnos junto con la familia ¿Cómo está respondiendo este contexto ecológico a las necesidades de las personas y de la familia? El concepto necesidad tiene que ser visto en forma relativa, ya que debemos considerar la satisfacción de esta de acuerdo a las oportunidades y a los estándares del respectivo grupo.
Los recursos ambientales que deberían contribuir a la satisfacción de las necesidades familiares son: la nutrición; vivienda; protección; salud; pertinencia, intimidad y comunicaciones interpersonales; comunicación y movilizaciones; educación y desarrollo; espirituales; autonomía, efectividad y competencia; generatividad.
El propósito de la intervención ecológica es logar que el contexto sea mas nutritivo y apoyador para la familia y que esta logre una relación mas competente y autónoma con su medio. Se espera que el trabajador social actúe en un rol de gestionador del caso familiar. El hacerse cargo bajo el rol de gestor podría garantizar el que un profesional se responsabilice de la mirada sistémica-ecológica de la situación familiar.
La intervención en redes es una forma de intervención en el medio ambiente, que vincula, articula e intercambia acciones entre organizaciones o personas con el propósito de concertar esfuerzos, recursos, experiencias y conocimientos para ganar eficiencia y eficacia frente a una situación determinada.
La red social de la familia es la trama de relaciones sociales que ha establecido en el transcurso de su desarrollo y que están directamente asociados a la familia extensa y al barrio en que vive, esta red cumple funciones muy importantes en la vida cotidiana de las familias. La red social es una vía para generar mayor integración social.
Todas las familias tienen untito de red social, aunque ha perdido su potencialidad, porque los vínculos se han debilitado por la existencia de conflictos al interior de la familia. La intervención en redes se orienta a fortalecer la red social de la familia, creando el contexto para que estas puedan emerger a través del enfrentamiento de los vínculos conflictivos y de la creación de nuevos vínculos.
Cuando se inicia la intervención en redes, sucede que las personas tienen dificultades para recordar algunas personas del pasado con las que se han vinculado; un instrumento útil para recuperar estas conexiones es denominado Redes Personales Históricas, el cual permite recordar personas, grupos o instituciones que han sido relevantes en la vida de las personas.
Otro instrumento importante es el cuadro de red social, el cual da cuenta de las relaciones presentes y así como el anterior debe ser llenado de forma especifica y una tercera herramienta es el mapa de red, el cual esta orientado a visibilizar los lazos de intimidad de las personas.
Estos mapas constituyen diferentes instrumentos que permiten transitar la historia de la persona, del presente de la persona y las relaciones de mayor a menor intimidad con que se cuenta.
Al llevar a cabo una intervención de red social, hay numerosos aspectos intervenientes en el proceso, entre estos se encuentran los recién expuestos y otros elementos como la cultura particular de las familias, la cultura del contexto en la cual se inserta lo que determina en gran medida el éxito o fracaso de la intervención.
La mayoría de los autores señalan que en la intervención en redes, la gente se da cuenta que el problema de los otros es también el suyo, que no se trata únicamente de la conducta de tal o cual persona, sino de la condición comunitaria de los miembros de la red.
Los temas intergeneracionales no siempre están reconocidos por los miembros de la familia, se ha demostrado que los sucesos y la experiencia del pasado peden ensombrecer o iluminar el presente, y que las ideas propuestas por las generaciones pasadas influencian las nuevas generaciones. La mayoría de los trabajadores sociales que tienen su foco en la familia, entienden que en cualquier familia el campo emocional que opera en cualquier momento, incluye al menos tres generaciones.
Es a través de la historia de la familia que se produce una activa conservación de la cultura y en la cual valiosas tradiciones se transmiten de generación en generación y aunque la continuidad es de gran importancia para sentirse parte de una historia, ellas pueden y de hecho lo asen, abandonar algunos elementos de su historia y por supuesto introducir otros elementos en el procesote creación de su cultura particular. De ahí que los trabajadores sociales deban ser sensibles a los temas intergeneracionales que pueden influenciar el comportamiento familiar.
La estrategia de cambio reside en la acepción de las personas de nuevas formas de ser y nuevas formas de comunicarse con miembros claves de su familia. El cambio ocurre a través del proceso de ir transitando por etapas sucesivas en orden a diferenciarse de uno mismo de aquellas obligaciones, prohibiciones, proyecciones y conflictos transmitidos por la experiencia de la familia de origen.
Un camino relativamente rápido y participativo para entender los temas intergeneracionales, es adentrarse en la información sobre estructura y procesos familiares, para ello es clave el uso del genograma o mapa de la familia intergeneracional.
El genograma es un formato para dibujar el árbol familiar que permite organizar y analizar información acerca del sistema intergeneracional de la familia, tener un cuadro extenso de la familia, incluyendo situaciones en curso como el pasado; allí se incluyen tanto miembros de la familia nuclear y extendida como personas que juegan un papel importante en la vida familiar, el trabajador social debe aprovechar este genograma para generar hipótesis sobre la situación-problema mirando este desde una perspectiva sistémica, teniendo en cuenta que cambios en una parte del sistema afectan a otras, con la ayuda de este el trabajador social puede rastrear los límites de la familia y ver cuales subsistemas se encuentran fusionados en el momento, el uso de este recurso no debe de ser rutinario pero si se debe tener en cuenta en ciertas ocasiones, teniendo en cuenta que este es solo una parte de la investigación y que debe de ser integrado en el total de la evaluación familiar.
Es así como el sistema intergeneracional es importante para el recurso de cambio, un proceso de cambio o diferenciación que crea incertidumbre y tiene ciertos criterios que permiten iniciar el mismo: que la persona establezca relaciones personales, tratar de que los cambios que se generen no sean de la familia en sí, si no cambios personales, no establecer relaciones directas con la persona que requiere del cambio esta relación puede ser con los hermanos o padres, contactar nexos con los miembros de la familia con los que la persona se sienta identificada, el proceso de diferenciación es una tarea personal realizada en el marco familiar y puede que se presenten resistencias al cambio.
El rol del trabajador social en esta tarea es acompañar, conducir, ayuda a diseñar estrategias y a mantener el foco en las personas concretas y reales de la familia.
Las dos dimensiones anteriores estas estrechamente relacionadas la una con la otra que concurren cuando se trabaja al interior de la familia porque nos dan información acerca de cómo funciona la esta internamente, la intervención se focaliza en el interior del sistema familiar cuando el problema se presenta en la relación de los miembros de esta convirtiéndose esta en el principal recurso de cambio.
El objetivo de una intervención es el mejoramiento del funcionamiento del sistema familiar, el profesional apoya a las familias para hacer uso de sus fuerzas, remover obstáculos para su desarrollo y cambio, ayudándolas a cambiar patrones destructivos de funcionamiento, teniendo en cuenta que cualquier aspecto de la estructura familiar y de los procesos antes vistos pueden ser foco de cambio para ayudar a las familias.
Teniendo en cuenta que el cambio no se produce espontáneamente si no con un proceso durante un tiempo determinado el trabajador social puede utilizar muchos aspectos del sistema familiar a medida que el caso se desarrolla.
Algunas estrategias de intervención en trabajo social con familias son: la visita domiciliaria, la experiencia y el aprendizaje como fuentes de cambio, la entrega de información acerca del funcionamiento de la familia, la ampliación de la mirada a través de la redefinición y el uso de tareas que en conjunto permiten mejorar la comunicación entre los miembros de la familia, aumentando la percepción de la forma como los ven los demás y de su papel en la familia.
Habitualmente los trabajadores sociales atendemos a familias en situación de crisis; que pueden ser provocadas por obstáculos insuperables por los métodos comunes utilizados por la persona, sin embargo existen tres factores que pueden ayudar a la persona a recuperar su estado de equilibrio: la percepción del acontecimiento, los apoyos y los mecanismos de defensa.
Asuntos inesperados son algunos de los asuntos que provocan estas crisis en las personas, en los cuales la familia adopta como primer mecanismo de solución los habituales y si estos fallan es cuando se ven en la obligación de buscar ayuda, teniendo en cuenta que las crisis también pueden ser provocadas por asuntos no resueltos anteriormente, en tales casos la intervención en crisis puede proporcionar una oportunidad múltiple: solucionar la dificultad actual, revisar las dificultades y romper la ligazón entre ambas.
Durante el transcurso de la situación de crisis, la familia tiende a estar sensible a la ayuda, durante la fase de reintegración, pueden surgir nuevas posiciones y fuerzas, nuevos estilos adaptativos, permitiendo a la familia enfrentar otras situaciones a futuro.
En la crisis de agotamiento, la familia puede haber enfrentado situaciones de estrés prolongadas pero llega a un punto en que no se tienen suficientes fuerzas para afrontarlo, en la crisis de shock, un cambio repentino en el medio ambiente crea una descarga explosiva de emociones que sobrepasa los mecanismos habituales del manejo de la familia.
Frente a estas situaciones de crisis Golán, plantea que el trabajador social le corresponde ayudar a la familia y a reintegrarse después a ella y presenta un modelo de intervención en crisis, que se desarrolla en tres fases: la fase de la formulación que es básicamente la focalización en el estado de crisis, la evaluación y el contrato; desarrollada habitualmente en la primera entrevista, la fase de la implantación que es la recolección de datos y el cambio en la conducta y por ultimo esta la fase de termino que incluye la decisión sobre el termino de la intervención recordando cuando se inicio y cuando se termino, la revisión de los progresos alcanzados y un plan futuro discutido con la familia y sus problemas actuales.
Al intervenir en las familias la teoría es un marco necesario y orientador, pero no hay que olvidar que es de carácter provisional; porque cada familia es un paso único, en parte semejante a muchas familias, pero en parte importante dotada de una originalidad propia que la intervención profesional debe reconocer y respetar.
Una de las primeras tareas que le corresponde realizar a todo profesional que trabaja con familias es definir su nivel de intervención, y la practrica de Trabajo social se divide en servicios directos e indirectos. Los servicios directos incluyen actividades especificas y concretas que los profesionales realizan para ayudar a quienes experimentan los problemas, el profesional se relaciona directamente con la familia afectada; los servicios indirectos son aquellas actividades que se centran en las organizaciones so instituciones publicas y privadas que aportan recursos y servicios, el trabajador social se ubica en la estructura institucional y se centra en la planificación, administración y evaluación de programas no teniendo a su cargo La atención directa de las familias.
El trabajador social tiene una formación básica que le permite desempeñarse en ambos niveles, en la intervención con familia como los trabajos directos e indirectos son indispensables y constituyen conjuntamente el trabajo social familiar; en la práctica profesional ambos niveles se coordinan y se complementan.
El trabajo con familias es uno de los múltiples campos en los que se ejerce la acción profesional de los trabajadores sociales, por lo que está sujeto a los principios y exigencias generales que forman parte de la ética profesional.
A partir de la consideración de la familia como un bien para la sociedad surge la actitud básica de valoración y respeto que se debe tener hacia cada una de las familias con las cuales e trabaja, independientemente de la situación en que se encuentre; el trabajador social debe tener la capacidad de no estigmatizar a determinado tipo de familia y aceptar que los valores que ellos tienen pueden no coincidir con los propios del trabajador social y que este debe respetar incluso aquellos valores que no comparte para poder prestar su ayuda profesional.
El respeto a las familias pasa también por la protección de su intimidad, es el respeto a la privacidad a la que toda familia tiene derecho.
Los trabajadores sociales se ven con frecuencia enfrentados a difíciles dilemas al intentar llevar a la practica los principios éticos generales del trabajo social: respeto a la persona, actitud excenta, prejuicios, confidencialidad y autodeterminación en situación de violencia intrafamiliar y como en el caso de los niños, situaciones de abuso, abandono y adopción.
El trabajador social al intervenir la familia debería considerar los aspectos morales tanto como los aspectos emocionales de la vida familiar, sensibilidad moral (para interpretar la situación), razonamiento moral (para decidir qué hacer), y carácter moral (para llevar a la práctica lo que se ha considerado correcto).
La dimensión ética es un componente esencial de la practica del trabajo social con familia, que abarca también la propia persona del trabajador social. El desafío es incorporar esta dimensión en la tarea profesional cotidiana, acercándose al trabajo con apertura a nuevas ideas, humildad respecto a los conocimientos y con respetuosa atención a las historia s que las familias narran.
El nivel del trabajo directo con familias frecuentemente se confunde con la totalidad del trabajo social con familias esto puede pasar por el énfasis excesivo en el trabajo directo en la formación profesional y a la mayor demanda por este tipo de trabjo desde las instituciones.
Los trabajadores sociales han utilizado con frecuencia el trabajo de grupo para tratar problemas comunes que afectan a la familia, el grupo como sistema de ayuda mutua reduce la soledad y el estigma, desarrollando el potencial de los miembros para el enfrentamiento común de los problemas.
El trabajo directo con familias considera los siguientes puntos: el inicio de la intervención, la intervención centrada en la relación de la familia con su medio, la intervención centrada con la familia de origen, la intervención centrada en la relación interna de los miembros de la familia, el fin de la intervención y principios para el trabajo directo con familia.
La fase inicial de la intervención directa tiene tres grandes tareas: la vinculación con la familia, la evaluación de la situación-problema y el establecimiento de contrato; en esta fase l trabajador social toma contacto por primera con la familia utiliza sus conocimientos y destrezas profesionales para establecer un acuerdo con ella respecto a la naturaleza de la necesidad los objetivos de la intervención y la responsabilidades y tareas que se asumirán.
Una intervención centrada en la familia se debe procurar que la vinculación abarque la familia como totalidad cuando no es posible se debe procurar aquellos que no estén involucrados sepan que se está iniciando un proceso de intervención y que el trabajador social está abierto a conectarse con ellos y escuchar sus opiniones y sugerencias cuando deseen hacerlo.
La vinculación tiene tres tareas, construir credibilidad, establecer relaciones con las personas y la familia, en formar a la familia acerca del proceso, el papel del profesional y la función de la institución.
Una de las tareas importantes a desarrollar en esta etapa de la intervención es la exploracion inicial del tipo de la situación-problema que afecta a la familia y lo que esta demanda al trabajador social, esto se debe realizar en la primera entrevista ya que permite avanzar en el proceso de intervención y maximizar el uso del tiempo y también sucede en ocasiones que una mayor exploración de la situación lleva al trabajador social a tener claridad respecto a que la familia no ha llegado ala institución o profesional adecuado donde se hace necesario remitirla a otro servicio o a otro profesional.
La naturaleza del problema presentado es la que guía para decidir las áreas de la situación familiar que requieren ser profundizadas, luego de esto se debe definir el problema donde implica nombrar la situación, decidir qué es lo que la hace problemática, postular la causa del problema o los factores que inciden en el, especificar que es lo que queremos que cambie y postular que acción lo modificaría; el conocimiento teórico y la experiencia práctica son las principales herramientas que permiten al trabajador social abordar esta tarea en mejores condiciones.
La definición del problema también es una instancia de carácter colaborativo, que articula responsabilidades del profesional y de la persona o familia. De esta forma, para definir el problema; se requiere conocer las diferentes versiones que se dan en el sistema acerca del problema, a través del dialogo se construye que problema se trabajará, de este modo la definición del problema pasa a ser comprensible para todos.
A pesar de los problemas que afectan a las familias, las personas y los ambientes estos cuentan con fuerzas que pueden ser activadas o movilizadas para mejorar la calidad de vida, para descubrir las fortalezas se requiere de un proceso de exploración cooperativo entre el profesional y la familia.
La mejor herramienta de evaluación para comprender la estructuración y regulación de la familia es la propia habilidad del trabajador social para observar y preguntar desde una perspectiva familiar. La entrevista será siempre la principal herramienta de intervención del trabajador social, uno de los grandes problemas de este tipo de herramienta es la gran cantidad de información tanto verbal como no verbal que se obtiene haciendo que se pierda el foco o la meta de la intervención y una manera para evitar esto es contar con hipótesis antes de la entrevista ya que muchas veces le da una dirección a la ésta y debe ser flexible ya que a medida que el trabajador social va obteniendo información debe modificarla debe estar preparado para modificarla.
Todo trabajador social debe tener la habilidad de escuchar porque interpretamos
A parte de saber escuchar se debe de desarrollar la capacidad e preguntar, se deben hacer preguntas abiertas, porque abren el campo y no lo cierran. Preguntas que permitan a las personas y a la familia explayarse en sus inquietudes, sus deseos, sus necesidades, sus intereses, sus creencias.
Tambien se deben hacer preguntas circulares que permitan ir conectando hechos en el tiempo, de manera que la familia tenga la oportunidad de empezar a ver sus problemas en interconexión y no solo atribuirlo a causas únicas .
Este tipo de preguntas y lo que estas generan producen empoderamiento d elas personas, porque están siendo escuchadas en sus descripciones y en sus interpretaciones.
Los criterios y herramientas de evaluación son también herramientas de intervención. A medida que el trabajador social entrevista la familia el problema se puede ir redefiniendo, de manera que el contexto se amplia y se va construyendo con la familia una nueva perspectiva sobre la realidad
Una vez realizada con la familia la evaluación de la situación que la afecta se esta en condiciones de establecer también con ella cuales son las areas en que esta focalizado el problema permitiendo así centrar la intervención y la cual debería ser objeto de un acuerdo de trabajo con la familia
El establecimiento de un acuerdo de trabajo, consiste en una alianza formal, determinado colectivamente por los miembros de la familia y el trabajador social, acerca de los objetivos, modalidades y duración de la intervención profesional.
La formulación de los objetivos es un proceso de negociación entre el trabajador social y la familia, estos recogerán los deseos de la familia y manifestaran las áreas en las cuales se agruparan los esfuerzos de cambio y el tipo de cambio esperado, sin olvidar que los objetivos propuestos deben ser alcanzables.
Las modalidades incluyen responsabilidades que la familia y el trabajador social asumen en esta intervención como quienes son los miembros que deben asistir a la entrevista, hora y lugar de la entrevista, entre otros.
Es primordial establecer en el acuerdo de trabajo el periodo que durara la intervención profesional en términos de número de sesiones programadas, al término de las cuales se evaluará los logros alcanzados. Se procurara en lo posible, y con flexibilidad, ceñirse a intervenciones de corto término dada la escasez del recurso profesional y las dificultades que para la familia implican el trasladarse a las sesiones o entrevistas.
Se visualizan tres grandes modalidades de intervención, como si la necesidad o problema está centrado primordialmente en las relaciones de la familia con su contexto, en las relaciones de su familia de origen o en las relaciones internas entre sus miembros. Estas modalidades están claramente relacionadas con las perspectivas teóricas, es por eso que el trabajador social tendrá que evaluar y decidir que enfoque priorizar de acuerdo a las características y necesidades de cada familia.
Las modalidades inician con las intervenciones orientadas al contexto ecológico de la familia, continúan con las intervenciones localizadas en los temas intergeneracionales y finalizan con las intervenciones centradas en el sistema familia nuclear, que es siempre el acceso principal a la familia.
Cuando se trabaja en la relación de la familia con su medio ecológico, esta es considerada no solo como el principal foco de evaluación, sino como fuente de recursos para el cambio. La evaluación de la ecología familiar no entregara información detallada sobre el funcionamiento interno de la familia, sino que aportara datos sobre el estilo que tiene la familia y sus miembros para hacer frente y manejar sus relaciones con el medio.
La intervención ecológica es un proceso compartido entre el trabajador social y la familia, en el cual se asume que los miembros de la familia son los expertos en su propia situación, lo cual ayuda a poner en un plano de igualdad la relación de trabajo entre la familia y el profesional, otorgando de esta forma poder a la familia y aumentando su autoestima y competencias.
La experiencia de este proceso puede ser una fuente importante para que la familia sea validada, al comprender que el problema que la afecta no se debe a sus deficiencias personales o familiares, sino a problemas muy reales en su medio ambiente y en sus relaciones; la forma en que se comprenda e identifican los problemas desde la perspectiva ecológica tiene implicaciones importantes para el tipo de estrategia de intervención que se elija, por lo tanto los esfuerzos no se dirigen a las características o atributos individuales sino que a las relaciones entre las persona y otros sistemas o subsistemas.
El objetivo de la intervención ambiental es que la familia establezca una relación más competente y autónoma con su medio, por lo cual hay que trabajar en dos dimensiones tanto en el contexto mismo como en la capacidad de la familia para relacionarse con el.
La intervención del trabajador social en relación al medio, está orientada a descubrir, crear y potenciar recursos del medio que son necesarios para la familia, coordinando tales recursos en torno a las necesidades de la familia haciendo posibles que sean accesibles a ella. En cuanto a la capacidad de la familia para relacionarse con el medio, la intervención se orienta desarrollar aquellas características individuales y familiares que favorecen una actitud abierta hacia el medio y a entregar a las familias información sobre los recursos existentes.
El mapa ecológico o ecomapa es de gran utilidad para la evaluación y diseño de estrategias, el cual, es un instrumento de vinculación del trabajador social con la familia y permiten planear junto con ella diversas estrategias para mejorar sus relaciones.
Aunque no es objetivo del mapa ecológico, da pistas de lo que sucede al interior de la familia en la medida que al graficar las relaciones de la familia como un todo y las de sus miembros individuales con sus diferentes contextos, permite explorar y aventurar hipótesis para intervenciones que sea necesario realizar en las relaciones al interior de la familia, el hecho de que la familia vea graficadas sus relaciones con sus diferentes contextos, facilita que esta inicie cambios en la construcción de su realidad o en la forma como se percibe a si misma.
Una vez graficado el ecomapa podemos preguntarnos junto con la familia ¿Cómo está respondiendo este contexto ecológico a las necesidades de las personas y de la familia? El concepto necesidad tiene que ser visto en forma relativa, ya que debemos considerar la satisfacción de esta de acuerdo a las oportunidades y a los estándares del respectivo grupo.
Los recursos ambientales que deberían contribuir a la satisfacción de las necesidades familiares son: la nutrición; vivienda; protección; salud; pertinencia, intimidad y comunicaciones interpersonales; comunicación y movilizaciones; educación y desarrollo; espirituales; autonomía, efectividad y competencia; generatividad.
El propósito de la intervención ecológica es logar que el contexto sea mas nutritivo y apoyador para la familia y que esta logre una relación mas competente y autónoma con su medio. Se espera que el trabajador social actúe en un rol de gestionador del caso familiar. El hacerse cargo bajo el rol de gestor podría garantizar el que un profesional se responsabilice de la mirada sistémica-ecológica de la situación familiar.
La intervención en redes es una forma de intervención en el medio ambiente, que vincula, articula e intercambia acciones entre organizaciones o personas con el propósito de concertar esfuerzos, recursos, experiencias y conocimientos para ganar eficiencia y eficacia frente a una situación determinada.
La red social de la familia es la trama de relaciones sociales que ha establecido en el transcurso de su desarrollo y que están directamente asociados a la familia extensa y al barrio en que vive, esta red cumple funciones muy importantes en la vida cotidiana de las familias. La red social es una vía para generar mayor integración social.
Todas las familias tienen untito de red social, aunque ha perdido su potencialidad, porque los vínculos se han debilitado por la existencia de conflictos al interior de la familia. La intervención en redes se orienta a fortalecer la red social de la familia, creando el contexto para que estas puedan emerger a través del enfrentamiento de los vínculos conflictivos y de la creación de nuevos vínculos.
Cuando se inicia la intervención en redes, sucede que las personas tienen dificultades para recordar algunas personas del pasado con las que se han vinculado; un instrumento útil para recuperar estas conexiones es denominado Redes Personales Históricas, el cual permite recordar personas, grupos o instituciones que han sido relevantes en la vida de las personas.
Otro instrumento importante es el cuadro de red social, el cual da cuenta de las relaciones presentes y así como el anterior debe ser llenado de forma especifica y una tercera herramienta es el mapa de red, el cual esta orientado a visibilizar los lazos de intimidad de las personas.
Estos mapas constituyen diferentes instrumentos que permiten transitar la historia de la persona, del presente de la persona y las relaciones de mayor a menor intimidad con que se cuenta.
Al llevar a cabo una intervención de red social, hay numerosos aspectos intervenientes en el proceso, entre estos se encuentran los recién expuestos y otros elementos como la cultura particular de las familias, la cultura del contexto en la cual se inserta lo que determina en gran medida el éxito o fracaso de la intervención.
La mayoría de los autores señalan que en la intervención en redes, la gente se da cuenta que el problema de los otros es también el suyo, que no se trata únicamente de la conducta de tal o cual persona, sino de la condición comunitaria de los miembros de la red.
Los temas intergeneracionales no siempre están reconocidos por los miembros de la familia, se ha demostrado que los sucesos y la experiencia del pasado peden ensombrecer o iluminar el presente, y que las ideas propuestas por las generaciones pasadas influencian las nuevas generaciones. La mayoría de los trabajadores sociales que tienen su foco en la familia, entienden que en cualquier familia el campo emocional que opera en cualquier momento, incluye al menos tres generaciones.
Es a través de la historia de la familia que se produce una activa conservación de la cultura y en la cual valiosas tradiciones se transmiten de generación en generación y aunque la continuidad es de gran importancia para sentirse parte de una historia, ellas pueden y de hecho lo asen, abandonar algunos elementos de su historia y por supuesto introducir otros elementos en el procesote creación de su cultura particular. De ahí que los trabajadores sociales deban ser sensibles a los temas intergeneracionales que pueden influenciar el comportamiento familiar.
La estrategia de cambio reside en la acepción de las personas de nuevas formas de ser y nuevas formas de comunicarse con miembros claves de su familia. El cambio ocurre a través del proceso de ir transitando por etapas sucesivas en orden a diferenciarse de uno mismo de aquellas obligaciones, prohibiciones, proyecciones y conflictos transmitidos por la experiencia de la familia de origen.
Un camino relativamente rápido y participativo para entender los temas intergeneracionales, es adentrarse en la información sobre estructura y procesos familiares, para ello es clave el uso del genograma o mapa de la familia intergeneracional.
El genograma es un formato para dibujar el árbol familiar que permite organizar y analizar información acerca del sistema intergeneracional de la familia, tener un cuadro extenso de la familia, incluyendo situaciones en curso como el pasado; allí se incluyen tanto miembros de la familia nuclear y extendida como personas que juegan un papel importante en la vida familiar, el trabajador social debe aprovechar este genograma para generar hipótesis sobre la situación-problema mirando este desde una perspectiva sistémica, teniendo en cuenta que cambios en una parte del sistema afectan a otras, con la ayuda de este el trabajador social puede rastrear los límites de la familia y ver cuales subsistemas se encuentran fusionados en el momento, el uso de este recurso no debe de ser rutinario pero si se debe tener en cuenta en ciertas ocasiones, teniendo en cuenta que este es solo una parte de la investigación y que debe de ser integrado en el total de la evaluación familiar.
Es así como el sistema intergeneracional es importante para el recurso de cambio, un proceso de cambio o diferenciación que crea incertidumbre y tiene ciertos criterios que permiten iniciar el mismo: que la persona establezca relaciones personales, tratar de que los cambios que se generen no sean de la familia en sí, si no cambios personales, no establecer relaciones directas con la persona que requiere del cambio esta relación puede ser con los hermanos o padres, contactar nexos con los miembros de la familia con los que la persona se sienta identificada, el proceso de diferenciación es una tarea personal realizada en el marco familiar y puede que se presenten resistencias al cambio.
El rol del trabajador social en esta tarea es acompañar, conducir, ayuda a diseñar estrategias y a mantener el foco en las personas concretas y reales de la familia.
Las dos dimensiones anteriores estas estrechamente relacionadas la una con la otra que concurren cuando se trabaja al interior de la familia porque nos dan información acerca de cómo funciona la esta internamente, la intervención se focaliza en el interior del sistema familiar cuando el problema se presenta en la relación de los miembros de esta convirtiéndose esta en el principal recurso de cambio.
El objetivo de una intervención es el mejoramiento del funcionamiento del sistema familiar, el profesional apoya a las familias para hacer uso de sus fuerzas, remover obstáculos para su desarrollo y cambio, ayudándolas a cambiar patrones destructivos de funcionamiento, teniendo en cuenta que cualquier aspecto de la estructura familiar y de los procesos antes vistos pueden ser foco de cambio para ayudar a las familias.
Teniendo en cuenta que el cambio no se produce espontáneamente si no con un proceso durante un tiempo determinado el trabajador social puede utilizar muchos aspectos del sistema familiar a medida que el caso se desarrolla.
Algunas estrategias de intervención en trabajo social con familias son: la visita domiciliaria, la experiencia y el aprendizaje como fuentes de cambio, la entrega de información acerca del funcionamiento de la familia, la ampliación de la mirada a través de la redefinición y el uso de tareas que en conjunto permiten mejorar la comunicación entre los miembros de la familia, aumentando la percepción de la forma como los ven los demás y de su papel en la familia.
Habitualmente los trabajadores sociales atendemos a familias en situación de crisis; que pueden ser provocadas por obstáculos insuperables por los métodos comunes utilizados por la persona, sin embargo existen tres factores que pueden ayudar a la persona a recuperar su estado de equilibrio: la percepción del acontecimiento, los apoyos y los mecanismos de defensa.
Asuntos inesperados son algunos de los asuntos que provocan estas crisis en las personas, en los cuales la familia adopta como primer mecanismo de solución los habituales y si estos fallan es cuando se ven en la obligación de buscar ayuda, teniendo en cuenta que las crisis también pueden ser provocadas por asuntos no resueltos anteriormente, en tales casos la intervención en crisis puede proporcionar una oportunidad múltiple: solucionar la dificultad actual, revisar las dificultades y romper la ligazón entre ambas.
Durante el transcurso de la situación de crisis, la familia tiende a estar sensible a la ayuda, durante la fase de reintegración, pueden surgir nuevas posiciones y fuerzas, nuevos estilos adaptativos, permitiendo a la familia enfrentar otras situaciones a futuro.
En la crisis de agotamiento, la familia puede haber enfrentado situaciones de estrés prolongadas pero llega a un punto en que no se tienen suficientes fuerzas para afrontarlo, en la crisis de shock, un cambio repentino en el medio ambiente crea una descarga explosiva de emociones que sobrepasa los mecanismos habituales del manejo de la familia.
Frente a estas situaciones de crisis Golán, plantea que el trabajador social le corresponde ayudar a la familia y a reintegrarse después a ella y presenta un modelo de intervención en crisis, que se desarrolla en tres fases: la fase de la formulación que es básicamente la focalización en el estado de crisis, la evaluación y el contrato; desarrollada habitualmente en la primera entrevista, la fase de la implantación que es la recolección de datos y el cambio en la conducta y por ultimo esta la fase de termino que incluye la decisión sobre el termino de la intervención recordando cuando se inicio y cuando se termino, la revisión de los progresos alcanzados y un plan futuro discutido con la familia y sus problemas actuales.
por ultimo una pequeña cita
ResponderEliminarde donde copiaste todo lo que aqui esta!!!!
TRABAJO SOCIAL FAMILIAR
Nidia Aylwiii A. María Olga Solar S.
EDICIONES UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE